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martes, 4 de noviembre de 2014

don Clemente Zavaleta, primer fabricante de armas en Tucumán

Don Clemente Mariano de Zavaleta, nació en San Miguel de Tucumán hacia 1762, era hijo de don José Prudencio Zavaleta, bautizado el 28-4-1718, en Anguiozar, provincia de Guipúzcoa y doña María Agustina de Indá y Tirado, cursó sus primeros estudios en su ciudad natal y luego en Buenos Aires.

Al regresar al Tucumán se desempeñó como comerciante y estanciero, además de ocupar cargos públicos de relevancia

Se casó en la Matriz de Tucumán 3-4-1789 con doña Dolores Ruiz de Huidobro Aráoz, con la que tuvo numerosa descendencia que se prolonga hasta nuestros días

En referencia a su actuación pública podemos decir que el Cabildo el 1-1-1792 lo nombre defensor de menores. En 26-7-1810 como Alcalde de 1er voto don Clemente Zavaleta, adhirió a la causa Patriota, comunicó a la Junta de Buenos Aires haber reconocido su autoridad y esta el 5 de noviembre, le remitió una instrucción para establecer una fábrica de fusiles, en la ciudad de Tucumán, al naciente de  la ciudad próxima al río Salí y nombrándole protector de la misma.

En la autobiografía de Domingo Matheu, vocal de la Primera Junta, se transcribe una carta suya del 26 de diciembre de 1811, en respuesta a otra de Zavaleta sobre la fábrica.



En esa época, Matheu presidía la Junta Grande. Acusaba recibo de la misiva de Zavaleta, en la que, decía, "me pide una instrucción circunstanciada con el fin de economizar los gastos de la fábrica que está a su cargo, pues ve con dolor que los moldes para vaciar las guarniciones de latón necesarias al fusil, son de barro". Contestaba Matheu que "en todas partes donde he visto trabajar es lo mismo, y no sé (que) hasta el presente haya salido ningún nuevo descubrimiento, y así es preciso seguir, porque no hay más remedio. Tal vez en esa (ciudad) saldrán más baratos que en ésta, pues cada guarnición de fusil vale 3 y medio pesos".

Al parecer, en la fábrica de Tucumán se llegaron a fundir cañones. Matheu le informaba que "el día 24 hicimos una prueba a todo rigor de ordenanza de los dos cañones, y resultaron buenos; sólo uno (se) abrió un poco en la boca, y fue con motivo que el que lo limó lo dejó muy delgado, pero puede servir lo mismo que el otro rebajándole una pulgada. El forjado lo examinamos bien, está trabajado como es debido, y encontramos faltarle un poco más de calde (calor de fundición), y el alma un poco grande, y siendo más chica el cañón saldría más sólido". En cuando a los taladros, decía Matheu que "están arreglados; pero el que tiene dos lados iguales no, porque tiene poca resistencia; y según me dijo el superior gobierno con él puede taladrar: no sé si será algún nuevo invento, porque hasta la fecha no había visto ninguno de la construcción de ese".

En 1-1-1812, el Primer Triunvirato lo designó Teniente Gobernador de su provincia, cargo que ejerció hasta marzo de ese año, fue reemplazado por don Francisco de Ugarte

En 11-1-1813 figuró jurando reconocimiento a la Asamblea General Constituyente

En 1815 integró la comisión para examinar el Estatuto Provisional y expedirse sobre la designación del Director Supremo. También se desempeñó como Síndico Procurador entre 1816-1820

Finalmente 5-IV-1822, don Clemente es promovido de nuevo a Gobernador en medio de una anarquía política espantosa; pero al mes lo derriba por las armas Francisco Javier López. Este, a su vez, cae vencido por Bernabé Araoz. Entonces el Cabildo tucumano repone a Zavaleta, quien el 20 de mayo renuncia al cargo.

Don Clemente y su esposa estuvieron ligados a la Orden Franciscana, ingresando a la Tercer Orden, desempeñando en 1805 como Ministro y Abadesa.

Falleció en 1830.

Autor: Ernesto Álvarez Uriondo

Fuentes:

3. Nombramiento de Zavaleta 5-4-1822 (AC, T. II, p. 336-338)
5. Los Zavaleta - Los Vascos en Argentina - Fundación Juan de Garay 

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